miércoles, 30 de octubre de 2013

Introducción

Introducción

A partir de la lectura del texto Isaac Newton, Thomas Young del libro “Teoría de los colores”, iniciamos nuestro recorrido hacia la teoría del color.
El texto es el siguiente:
Hace algo más de trescientos años, un joven, estudiante del Trinity College de Cambridge empezó a vislumbrar uno de los descubrimientos más importantes de la historia de las ciencias naturales: La ley de gravitación universal.
Isaac Newton, que era el joven estudiante, alcanzó tal fama con dicho descubrimiento, que sus contemporáneos no dieron importancia a otras intervenciones tales como el cálculo infinitesimal, o la teoría de la luz y el color, descubrimiento éste  que el propio Newton describe así en su diario: “Me he procurado un prisma triangular de cristal para realizar experimentos sobre los famosos fenómenos de los colores. Después de haber perforado un agujero en la persiana para dejar penetrar una cantidad conveniente de luz solar, he colocado mi prisma delante de la obertura a fin de que la luz fuese refractada sobre el muro opuesto. Fue una diversión muy agradable contemplar los colores vivos e intensos así producidos”.
Esos colores “vivos e intensos” no eran otra cosa que la descomposición de la luz blanca en los colores del espectro solar: un primer paso trascendental para entender que el color es luz. Éstos son los colores del espectro: Azul oscuro, Azul claro, Verde, Amarillo, Rojo, Púrpura.
Cuando llueve y luce el sol, cada gota de agua de la lluvia se comporta como el prisma de Newton, o sea, que gracias a esos millones de prismas se produce el fenómeno del arco iris.
Según Newton, el color es luz y dado que vemos el color de los cuerpos cuando éstos reciben luz, el descubrimiento de Newton nos lleva a la conclusión de que el espectro solar contiene todos los colores de la naturaleza. Cien años más tarde, también en Londres un científico llamado Thomas Young, médico de profesión, estudió ampliamente la teoría de los colores, Partiendo del descubrimiento de Newton, Young dispuso sobre una mesa seis linternas, cada una con un cristal de color igual a los seis colores del espectro; proyectó entonces la luz de las linternas y cambiando y eliminando haces de luz, llegó a un nuevo y definitivo hallazgo: los seis colores del espectro podían ser reducidos a tres colores básicos del mismo espectro (el rojo, el verde y el azul oscuro), con los cuales podía recomponer la luz blanca.
Lo dicho nos ayuda a comprender que es un color primario. Porque si todos los colores pueden reducirse a sólo tres colores, rojo, verde y azul oscuro, éstos son colores básicos. Yo he realizado el experimento de las tres linternas y puedo dar fe de que es verdad.
Young llegó, además, a otra conclusión importante. Con la superposición por parejas de las luces de las tres linternas, lograba otros tres colores más claros: el amarillo, con la suma del rojo y el verde, el púrpura, con el rojo y el azul oscuro, y el azul claro, con el verde y el azul oscuro. Lo cual dio lugar a los llamados colores secundarios.
Sólo nos queda recordar que hasta aquí hemos hablado siempre de haces de luz, de descomponer y recomponer la luz blanca. Estamos hablando, pues de COLORE LUZ que pueden clasificarse como puede usted ver en la siguiente relación:

COLORES LUZ PRIMARIOS
Azul oscuro
Verde
Rojo
COLORES LUZ SECUNDARIOS
Amarillo
Púrpura
Azul claro


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